viernes, 17 de diciembre de 2010

Imagia 1

Capítulo 1

Mary Ruth era una mujer perfeccionista, a tal punto que exasperaba a sus amistades y conocidos con el orden que mantenía en todo ambiente que le rodeaba. A sus 26 años vivía en soledad en un departamento que quedaba solo a unas cuadras de su trabajo, un prestigioso banco nacional, donde permanentemente recibía elogios y premios por su destacada labor. Y a pesar de tener una buena apariencia, en lo personal su vida era desastre, de ojos negros grandes y cabello castaño rojizo contrastaba perfectamente con su pálida piel y sus labios rojos, de estatura media y muy esbelta en su contextura, pero su carácter fuerte y cerrado alejaba fácilmente a los pretendientes.
Esa mañana había despertado agitada por un extraño sueño en el que un joven huía por un bosque de un perseguidor que ella no pudo apreciar. Rara vez recordaba un sueño incluso siempre decía que era de esas personas que no soñaban. Miró la hora en su reloj de velador y eran las siete de la mañana, justo a tiempo para levantarse.

No sabía el extraño día que le esperaba.

Una hora mas tarde salió a tomar un taxi colectivo, había hecho el ritual diario entre lavarse los dientes hasta ponerse los zapatos y ahora se encaminaba con mucha seguridad a su trabajo "hoy será un gran día" se decía a si misma, todo esto  como un ritual de superación diaria. Justo a esa hora suena el tono de mensajes de su teléfono celular.
VEN A ALMORZAR A CASA
HOY ES SU CUMPLEAÑOS.
Remitente:
Mama
+56987384183

Mary arrugó la nariz cuando lo leyó, se sentía incómoda en esas reuniones familiares, y le incomodaba aun además que se celebraba el cumpleaños de su  padre muerto hace pocos años en un accidente aéreo mientras realizaba un viaje de negocios.

Su padre Ronald Ruth fue un exitoso escritor de fantásticas novelas, pero su éxito lo hacia viajar mas de lo que su familia deseaba, existían ocasiones en que se ausentaba por meses promocionando alguno de sus libros en toda Europa. Eso causó un lento alejamiento de Mary con su padre.

El viaje en colectivo siempre era breve, incluso Mary calculaba el tiempo casi exacto en que se demoraba al banco, pero esta vez el chofer se empeño en detenerse en cada semáforo sin importar la luz que portaban, lo hacían siempre que  no llevaban muchos pasajeros y por una extraña razón pensaban que aparecerían si se detenían mas tiempo de lo normal en los semáforos.

En una esquina un hombre harapiento se acercó y golpeó la ventanilla donde estaba Mary, se veía molesto y ella dio un salto cuando lo vio de cerca. Sin transar palabras le señaló el cuello, Mary se miró y vio que quería el amuleto colgado de una cadenita que ella siempre portaba.

El amuleto pertenecía a la familia y se lo había regalado su padre cuando era pequeña, en el fondo le recordaba esos tiempo de infancia en que admiraba a su padre de esa manera que todas las niñas lo hacen cuando pequeñas.

Mary tomó el amuleto entre sus manos mientras miraba asustada al extraño, que por alguna razón cubría su rostro con una venda vieja y sucia, al parecer tenía alguna infección en la piel que lo obligaba a ocultarse.

El colectivo se alejó mientras el hombre le seguía la mirada con tranquilidad.


Capítulo 2


Sofía, la madre de Mary se esforzaba de conservar la alegría de las fechas y el cumpleaños de su difunto esposo no era la excepción, había preparado un delicioso almuerzo, croquetas de papas con salsa de vino y un postre de pie de limón, algo sencillo pero abundante.

-A tu papá le encantaba este plato – le dijo a Edward, su hijo menor que asintió casi sin importarle.- ¡vamos sube el ánimo! Tu hermana va a venir hoy así que quiero que cambies esa cara.
-¿Tú crees? – le respondió con un tono irónico – mama, sabes que no va a venir. Además tiene que trabajar, siempre trabaja hasta tarde.
-¡Pedirá permiso!

Esa tarde almorzaron solos.

4 comentarios:

  1. AaAah ya este es el capi 1 y el 2 juntos
    meh que soy mensa!!
    jajaja

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  2. gracias, :) si puse el capitulo 2 aqui por que era muy resumido, si le agregaba algo mas perdia su escencia.

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